Leptoglossus occidentalis

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Luis Oscar Aguado
Publicado en: http://www.lepidopteros.com/2012/01/leptoglossus-occidentalis/
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Leptoglossus occidentalis más conocido como “chinche  perforador de las semillas de coníferas”, es un hemíptero de la familia Coreidae. Especie invasora, tiene su área de distribución original en los Estados Unidos donde se localizó por primera vez en California (Heidemann,1910) expandiéndose posteriormente a Canadá y México. En 1999 se cree que fue introducido accidentalmente en Italia, lugar desde el que esta especie ha logrado colonizar buena parte de Europa en los últimos 10 años. En la Península Ibérica las primeras localizaciones se realizaron en el 2003 en Barcelona.

Mientras en EE.UU. este hemíptero se alimenta de diferentes especies de coníferas como Larix occidentalis, Pseudotsuga menziesii, Tsuga heterophylla, Picea spp. y Pinus spp. en la Península Ibérica (igual que en el resto de Europa) su alimentación es a base de semillas de pinos. Adultos y ninfas insertan su aparato bucal a través de las escamas de la piña y dentro de los piñones, succionando y disolviendo el contenido de la semilla mediante sus enzimas salivares. Si bien en principio las piñas no son dañadas directamente por la actividad alimentaria, los daños en semillas en desarrollo ocasionan el aborto de las mismas o una aparente merma en su desarrollo. Los efectos de su alimentación en las semillas de las piñas maduras, pueden causar que los piñones aparezcan vacíos o semillenos, algo que tan sólo puede ser detectado mediante disección o por radiografías (Rayos X). De ahí la preocupación que ha surgido últimamente en el sector de la piña. No obstante, aún no ha sido posible relacionar las bajas en la producción de piñones con la presencia de este insecto en nuestras masas forestales, dado que existen otros factores naturales que pueden provocar los mismos daños.

El ciclo biológico de esta especie presenta una generación anual en zonas frías, mientras en áreas cálidas pueden tener  dos o más generaciones. Los adultos hibernan en grupos o en solitario bien bajo la corteza de los pinos, en oquedades, graneros, casas… En primavera salen al exterior para alimentarse durante algunos días, madurar sexualmente, aparearse y realizar la puesta. Cada hembra pone unos 80 huevos. Deposita los mismos en hileras de 10 a 12 sobre las acículas de los pinos. Las chinches inmaduras eclosionan en un par de semanas y estas inmediatamente comienzan a alimentarse de las acículas. En sus primeros estadíos viven agrupadas, disgregándose únicamente en su fase adulta. En cuanto su estilete alcanza la suficiente dureza, comienzan a picar y succionar los nutrientes de las semillas de las piñas. La maduración completa se produce en unas cinco semanas. La generación hibernante muere durante el verano.

Entre los métodos de control que se están utilizando destaca la atracción por radiación infrarroja (“piñas radiadores” en climas fríos), las trampas de color negro, el uso de la lucha biológica mediante himenópteros parásitos del género Oencyrtus spp., o la utilización de feromonas de agregación (Lesieur, 2010).

Nosotros hemos podido observar y capturar una hembra adulta el día 1 de enero del 2012, en el interior del Albergue Universitario de Sedano (Burgos); y un macho el día 19 de enero, en la “Urbanización Sotoverde” en Arroyo de la Encomienda (Valladolid), en una zona próxima a varios cerros repoblados con Pinus halepensis. Tras guardar una hembra en un frasco de vidrio durante algún tiempo éste desprende un intenso olor dulzón que recuerda el aroma de la miel o el de las flores de almendro, algo llamativo cuando muchas especies de chinches liberan olores desagradables muy intensos.

Como se puede ver en la imagen adjunta, tomada con un filtro infrarrojo,  aparece una hembra de L. occidentalis sobre una piña. Llama especialmente la atención la coloración de la superficie quitinosa del heteróptero, la cual es similar a las piezas centrales del estróbilo.